Con un 50 por ciento de huertas irregulares, un cúmulo de efectos directos e indirectos genera la siembra del aguacate en Michoacán, mismos que van más allá de la mera depredación en el uso del suelo, alcanzan incluso a la salud pública y provocan la atracción del crimen organizado “de manera impune y creciente”, advierte el investigador Guillermo Vargas Uribe, de la Facultad de Economía Vasco de Quiroga de la Universidad Michoacana (UM).
Cambio climático local, deforestación, erosión del suelo, incendios forestales provocados, cambio de uso del suelo, expansión de las islas urbanas de calor de los centros urbanos más dinámicos, contaminación de aguas superficiales y subterráneas, sobrexplotación de los mantos freáticos de las cabeceras de varias subcuencas del Balsas, contaminación difusa, pérdida de sustentabilidad de lagos (Zirahúen, entre otros), pérdida de áreas naturales protegidas (Pico de Tancítaro; entre otras), problemas de salud pública de la población local, descomposición del tejido social y presencia del crimen organizado, entre otras, son el largo listado de factores colaterales a la producción aguacatera que señala el analista en su estudio “Neocolonialismo y Extractivismo: el caso del Oro Verde michoacano”.
Al destacar el carácter “extractivista” del modelo de producción de aguacate, Vargas Uribe alerta sobre dos factores, uno en el que las grandes transnacionales son beneficiarias de la exportación del fruto directo, sin valor agregado, y otro donde ya se registra un alto costo en materia ambiental y social, en el que “se ha montado de manera notoria, creciente e impune, el llamado ´crimen organizado´”.
Presentado en el pasado seminario sobre desarrollo regional organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (Ininee) de la UM, la investigación (también publicada en la revista Ciudades, número 117, enero-marzo 2018) refiere que la producción aguacatera mantiene su vigencia en propiedad privada, no así en el terreno de la comunal, donde impera “la cosmovisión local” de los pueblos originarios y que sugiere en la figura del aguacate, altépetl, “montes llenos de agua, según la mitología mesoamericana”, dos modelos enfrentados y en el que las presiones se vuelcan hacia el despojo a los comuneros.
“En1930 el cultivo de aguacate tiene una importancia claramente marginal en Michoacán. En ese año la superficie cosechaba oficialmente registrada de aguacate apenas alcanzaba las 300 hectáreas, alcanzando un valor económico de 500 mil pesos corrientes y una producción anual de 3,500 toneladas; es decir un rendimiento promedio de 11.7 toneladas por hectárea”, destaca el autor, quien señalas que en “el 2006 el municipio de Uruapan era el único que exportaba aguacate. Para ese año la superficie cosechada estatal alcanzó un nuevo máximo histórico, de casi 89 mil hectáreas. También la producción llegó a una nueva marca, rebasando por primera ocasión el millón de toneladas de producción total y un rendimiento de más de 11 toneladas por hectárea”.
Hasta el 2017, advierte Vargas Uribe, “se estima que hay más de 160 mil hectáreas cosechadas de este fruto, de las cuales 90 mil fueron instaladas legalmente hasta 1990; es decir, casi la mitad de las huertas son irregulares”.
En cuanto a los efectos en el medio ambiente, el investigador refiere la amenaza a la biodiversidad principalmente, con alto uso de agua y los incendios forestales intencionados para abrir la franja de siembra, lo que vislumbra un escenario de cambio en la temperatura media anual con impactos tanto en el 2030 como en el 2050, además de la precipitación pluvial, que ya muestra efectos a la baja por la deforestación para presionar los cambios en el uso del suelo, aspecto en el que “anualmente en Michoacán se pierden entre 35 y 40 mil hectáreas de bosque de pino encino, provocado por el cambio de uso de suelo y tala clandestina. De este total reconocido oficialmente, alrededor de 10 mil hectáreas de dicho bosque son devastadas para el avance de la frontera frutícola, especialmente del aguacate”.
Fuente: http://michoacantrespuntocero.com/50-huertas-aguacate-irregulares-control-del-narco-depredacion-recursos-la-alza/